
Tríptico fotográfico impreso en 100 x 66 cm c/u enmarcadas en mañio.
A partir del uso de una fotografía negativizada de mi fallecido padre, me expongo por 5 horas al sol para grabar
su imagen en mi pecho, trayéndolo de vuelta a mi carne. La acción requirió de la quietud y horizontalidad de mi
cuerpo para poder improntar su imagen a través de los rayos del sol, en una posición de pasividad que me
mantuvo al nivel de la tierra mirando hacia el cielo. Finalmente y con mi cuerpo erguido, registro su rostro
grabado a partir de mi propia carne enrojecida. Reencarnar es un acto desesperado ante el olvido y la muerte.
Obra premiada con el primer lugar de los premios municipales de Santiago en la categoría grabado
Hasta el 14 de mayo en Centro Cultural Palacio La Moneda

