Animación compuesta de 20 frames por segundo, es decir 20 dibujos, realizados con lápiz mina y tira línea sobre papel mantequilla. En la animación se observa a una mujer que da a luz y a la vez se consume una y otra vez, autoreproduciéndose y destruyéndose de manera infinita. Por medio de la animación se establece al parto como un constante desplazamiento y proyección del ser, generando crisis de identidades y crisis en los roles por ambas partes.


Obra expuesta en
Exposición individual «Retorno Infinito»